Las olas de calor que se registraron en junio y los récord de temperatura que ocurrieron hace pocas semanas, continuarán entre julio y agosto dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de Naciones Unidas que hace seguimiento al cambio climático.
Efecto Cocuyo
A inicios de este mes alertaron sobre el impacto que tienen estos cambios en América Latina y el Caribe, en especial por el aumento de lluvias o temperaturas extremas que provocan sequías.
«La sequía prolongada conllevó un descenso de la producción hidroeléctrica en amplias zonas de América del Sur, lo que provocó un fuerte aumento de la demanda de combustibles fósiles en una región con un gran potencial sin explotar de energías renovables», mencionaron el pasado 5 de julio.
Este viernes sostuvieron que «este clima extremo se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más frecuente del cambio climático y está teniendo un gran impacto en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura, la energía y los suministros de agua».
Las declaraciones corresponden al secretario general de la OMM, Petteri Taalas, quien mencionó que las temperaturas seguirán por encima de lo normal en la región mediterránea, con temperaturas semanales de hasta 5 grados Celsius por encima de la media.
Más incendios, lluvias y sequía
Sobre América Latina y el Caribe recordaron el incremento de incendios forestales en 2022, una combinación de la sequía con altas temperaturas. «Las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron los máximos niveles de los últimos 20 años y, por consiguiente, que las temperaturas fueran aún más altas», explicaron en un boletín en su sitio web.
A la par los ciclones tropicales o huracanes fueron más intensos, incluso llegaron a rozar a países como Venezuela, donde tradicionalmente pasan estos fenómenos como ondas tropicales hasta evolucionar en depresiones, ciclones o huracanes al llegar al Caribe.
«Los ciclones tropicales, las precipitaciones intensas y las inundaciones, así como las graves sequías plurianuales, provocaron pérdidas de vidas humanas y daños económicos multimillonarios a lo largo de 2022″, afirmó Taalas.
La población de América Latina y el Caribe debe ser más consciente de los riesgos relacionados con el clima, y es preciso que los sistemas de alerta temprana de la región se fortalezcan y lleguen a las comunidades que más los necesitan. Solo el 60 % de la población goza de la cobertura de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples, según datos de 2020, dijo la organización.
