Es que este pan blanco y redondo, hecho de harina de maíz, ha evolucionado para ser mucho más que un simple plato. Su versatilidad es innegable: en algunos países de Latinoamérica se dice que su sabor cambia según el relleno que se le ponga. En ese sentido, desde carnes hasta legumbres guisadas, las opciones son prácticamente infinitas. En ese sentido, surge una pregunta: ¿de dónde proviene realmente esta receta?
La disputa sobre el origen de la arepa ha sido un tema candente entre Colombia y Venezuela durante años. Aunque ambos países comparten una historia y una vez estuvieron unidos bajo la Gran Colombia, no han llegado a un acuerdo sobre el nacimiento de este popular platillo. Sin embargo, hay diferencias notables entre las versiones de cada país. En Colombia, las arepas son más anchas y planas, mientras que en Venezuela son más pequeñas y gruesas, ideales para rellenar.
Los registros históricos indican que la arepa es un plato de los pueblos originarios. Cuando los europeos llegaron al continente en el siglo XV, no solo descubrieron este alimento, sino también todo el proceso para su elaboración. Se cree que la palabra «arepa» proviene del lenguaje de los indígenas de ciertas regiones de Venezuela, que usaban un término similar para referirse a los panes de maíz cocidos en planchas de barro.
¿Esto significa que la arepa pertenece a Venezuela?
Se cree que aquellas comunidades estaban profundamente interconectadas y compartían alimentos y hábitos. Además, hay registros de visitantes del siglo XVI que mencionan haber visto y probado este plato tanto en Venezuela como en Colombia.
Lo cierto es que la arepa es más antigua que muchas de las naciones actuales del continente, y su existencia en las sociedades originarias precede a la llegada de los europeos. Por caso, en Colombia existen más de 60 tipos de arepas, incluyendo variantes hechas de yuca, arracacha, arroz y trigo.
A pesar de que solo Venezuela y Colombia discuten su origen, se cree que la arepa es un elemento común en todo el continente, con diferentes nombres según el país. Sin embargo, uno de los rasgos que la hacen tan especial y aclamada es su capacidad de adaptarse y encajar con autenticidad en cualquier lugar.
La arepa es sinónimo de cultura, identidad y patriotismo. Representa hogar, familia y esfuerzo diario. Es una embajadora que viaja por el mundo, recordando el valor de culturas que alguna vez fueron una sola. En reuniones familiares o en mesas llenas de deliciosos rellenos, la arepa conquista paladares y corazones por igual. Es más que un alimento; es un símbolo de unidad y tradición.
Ingredientes: Una taza de harina de maíz para arepas, una taza y media de agua y sal.
Para la masa, en un bol poner la harina, la sal y el agua. Mezclar hasta obtener una masa pastosa. Dejar reposar unos 5 minutos. Luego armar bolitas y aplanarlas para que queden de unos 10 centímetros de diámetro. Cocinar en una plancha o sartén bien caliente con un chorrito de aceite, 5 minutos de cada lado. Finalmente rellenar las arepas.
Con información de Infobae