Al margen de las conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Venezuela, la oposición del país sudamericano está presionando a Washington a que condicione cualquier relajación del programa de sanciones al petróleo venezolano a concesiones políticas, dijeron tres personas involucradas en el asunto, lo que agrega nuevos obstáculos a las compañías petroleras que esperan reanudar sus operaciones allí.
Diplomáticos estadounidenses han tratado de encontrar suministros de energía en todo el mundo para reemplazar el petróleo y el gas ruso, porque los compradores se mantienen alejados de las importaciones de Rusia tras su invasión de Ucrania. A principios de este mes, funcionarios estadounidenses se reunieron con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Caracas para las primeras conversaciones bilaterales en años.
La solicitud de la oposición venezolana se suma a los problemas que frustran temporalmente los esfuerzos de las empresas petroleras para obtener la aprobación de Estados Unidos y obtener acceso al crudo del país por deudas impagas. Si se acepta la propuesta de la oposición, se detendría cualquier consideración sobre las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano.
El furor creado por la visita de los funcionarios estadounidenses ha enfriado las esperanzas de Chevron Corp CVX.N y otras firmas energéticas como Eni SpA ENI.MI y Repsol REP.MC de obtener aprobaciones estadounidenses que les ayudarían a monetizar miles de millones de dólares en deudas pendientes mediante el comercio de crudo venezolano, principalmente a Estados Unidos.
La postura, presentada en reuniones recientes entre funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos y representantes del líder opositor Juan Guaidó, podría debilitar a una facción en la administración del presidente Joe Biden que busca una nueva y audaz política hacia la nación socia de la OPEP con las reservas de crudo más grandes del mundo.
Washington reconoce a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela y ha dicho que Maduro es un dictador después de calificar como una farsa su reelección en 2018. Las sanciones tenían como objeto presionar por la salida del poder de Maduro. La visita de funcionarios estadounidenses a Venezuela a principios de marzo, tomó por sorpresa a la oposición, provocando una ola de críticas en el Congreso estadounidense.
El senador demócrata Bob Menéndez instó a Biden a “no dar nueva vida” a lo que llamó el “reinado de tortura y asesinato” de Maduro relajando las sanciones petroleras.
Alto costo
Guaidó pidió la semana pasada a las empresas de energía que operan en Venezuela que se adhieran a la democracia y agregó que el relajamiento de las sanciones petroleras o la concesión de licencias debe ser progresivo y condicionado.
“La administración de Biden se ha dado cuenta de que jugar con barriles venezolanos tiene un alto costo”, dijo una fuente.
Hasta ahora, los funcionarios estadounidenses han asegurado a la oposición que no se ha tomado ninguna decisión sobre el alivio de las sanciones, dijeron dos de las fuentes. Washington quiere ver pasos concretos de Maduro para reiniciar el diálogo con la oposición en México y organizar elecciones libres, agregaron las tres personas familiarizadas con el asunto.
Podría ocurrir una pronta autorización de las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano si los precios mundiales del crudo vuelven a alcanzar los niveles de principios de este mes, lo que haría subir el costo de la gasolina estadounidense que la administración Biden monitorea de cerca, dijo una de las personas consultadas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos no respondió de inmediato sobre las discusiones.
En resumen
Las conversaciones de alto nivel entre Maduro y funcionarios estadounidenses fueron concebidas para impulsarlo a reanudar un diálogo político con la oposición que ha estado suspendido desde octubre, y para liberar a los estadounidenses encarcelados, según personas familiarizadas con la preparación de la visita.
“Nadie en Washington se ha hecho responsable de la idea de envolver la discusión de las licencias petroleras con las demandas políticas”, dijo otra fuente después de una de las reuniones con funcionarios del Departamento de Estado.
Entre los argumentos de la oposición contra la flexibilización de las sanciones se encuentran el efecto limitado que tendría el petróleo de Venezuela -cuya producción se ha reducido a un tercio en cinco años por la falta de inversión, la mala gestión y las sanciones- en las refinerías estadounidenses, frente a la ayuda que brindaría a Maduro que se prepara para nuevas elecciones.
Algunos funcionarios estadounidenses comparten esa opinión, mientras que otros están tratando de asegurar cualquier posible fuente de petróleo para reemplazar los barriles de Rusia, incluso a un alto costo.
“¿Cuál es el valor de la mercancía de la libertad?”, dijo un miembro del equipo de Guaidó.
La licencia actual de Chevron, que vence en junio, solo permite a la empresa mantener intactos sus activos en el país, delegando todas las decisiones operativas en la estatal petrolera venezolana PDVSA. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos había comenzado a redactar una renovación de la licencia, según las fuentes.
Pero no se ha recibido la orientación política final del Departamento de Estado, dijeron dos de las personas, debido a que los vientos políticos cambiaron en contra de cualquier propuesta para aliviar las sanciones de Washington.