Por: Anamar Ramírez
Este lunes la NASA sacó adelante una misión histórica y jamás antes vista. Se trataba de chocar un asteroide y desviarlo de su trayecto original, esto con el fin de salvar a la tierra de posibles amenazas espaciales potenciales. Lo que se sabe es que de la misión DART es que costó aproximadamente 330 millones de dólares y es el resultado final de 8 años de trabajo.
La nave espacial chocó de manera intencional con el asteroide Dimorphos, ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra, todo esto para poner a pruebas las nuevas tecnologías en caso de la tierra estar en peligro. Hay que tener claro que este asteroide no representaba ninguna amenaza para la tierra, pero gracias a la medición que se hará luego del impacto, con telescopios basados en tierra, se conseguirán datos importantes para ayudar a prepararse mejor, por si alguna vez se descubre algún asteroide que pueda suponer un peligro de impacto.
El objetivo a mediano y largo plazo de la misión DART es desarrollar esta tecnología con el fin de localizar amenazas y desviarlas antes de que se conviertan en un peligro inminente para el mundo. Nancy Chabot, una de las principales investigadoras que trabajan en la nave DART explicó lo siguiente “No es explotar el asteroide en millones de pedazos, sino darle un pequeño empujón para desviarlo. Queremos saber qué le pasó a Dimorphos, pero lo más importante es que queremos entender lo que significa para aplicar potencialmente esta técnica en el futuro”.
Ahora bien, la idea era la siguiente: realizar una prueba en donde se determinaría si era posible que la nave desviara el asteroide y poder lograr la obtención de datos pertinentes para el futuro. Todo esto se iba a realizar de la siguiente manera: la nave impactaría contra Dimorphos, un pequeño asteroide de 160 metros de diámetro que gira en torno a uno más grande llamado Didymos de 780 metros, que forman lo que se conoce como un sistema de asteroide doble. Chocar contra este sistema y no contra una roca espacial solitaria hace que sea mucho más sencillo y rentable para los investigadores analizar el impacto de la colisión, comprobar que en efecto logró desviar su trayectoria y de qué manera.
Para finalizar dicha misión pertenece la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, fundada en el 2016 y su principal objetivo es detectar y estudiar los objetos cercanos a la tierra, categoría que engloba asteroides y cometas que orbitan el sol. La NASA además aseguró que no se tiene en el radar ninguna amenaza directa a la tierra por al menos 100 años.
Adjunto video cortesía de NASA en español, en donde se explica de manera más didáctica todo lo antes escrito.