Más de 40 parrandas y cofradías participaron
Con la participación de más de 40 parrandas y cofradías provenientes de diversos estados del país, la Gobernación de Carabobo, acompañó la realización del XXVII Encuentro Internacional de San Juanes Naguanagua 2025, evento que forma parte del programa “Cultura y Arte por Todas Partes”, desarrollado en articulación con la Alcaldía de Naguanagua.
La jornada de este año, estuvo dedicada a los sanjuaneros de Turiamo, como un homenaje a su legado cultural y espiritual, desde tempranas horas de la mañana, agrupaciones de Lara, Distrito Capital, Aragua, La Guaira, Miranda, Yaracuy y Carabobo se concentraron en la urbanización La Campiña, donde partió el tradicional recorrido por la avenida Universidad hasta llegar a la Casa de la Cultura de Naguanagua.
Richard Mendoza, director de Cultura de Naguanagua y representante de la agrupación anfitriona, agradeció el respaldo del gobernador Rafael Lacava, la alcaldesa Ana González, y todas las instituciones y cultores que hicieron posible este encuentro.
“Más de 40 parrandas se sumaron a esta cita con la fe y la cultura. Agradecemos profundamente el apoyo brindado para consolidar este espacio de encuentro y memoria”, expresó Mendoza.
Las agrupaciones, fueron recibidas con los tambores del grupo anfitrión “Tambores de San Juan” del sector Tarapío, en un ambiente marcado por la música afrovenezolana, la devoción y la participación comunitaria.
Durante el evento, los estandartes de San Juan fueron dispuestos frente a la tarima principal para la realización de los cantos de sirena, expresión oral tradicional en la que se elevan plegarias y cantos improvisados en honor a San Juan Bautista.
Esta manifestación, fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial del estado Carabobo mediante el Decreto N.º 1.081, firmado por el gobernador Rafael Lacava el 24 de septiembre de 2019.
Asimismo, el 14 de diciembre de 2021, la UNESCO declaró el “Ciclo festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reafirmando su valor como símbolo de espiritualidad, resistencia y herencia colectiva del pueblo venezolano.