Más de 150 mil personas el 60% de ellos venezolanos, empujados por una economía que no revive y porque dicen que en EE.UU. les están “dejando entrar” han decidido cruzar en lo que va de año por uno de los pasos migratorios más peligrosos del mundo, una travesía que puede durar una semana completa por una selva montañosa donde no hay ley.
La mayoría de estos migrantes se dirigen a Estados Unidos en busca de «el sueño americano» el cual creen les podrá cambiar la vida, brindándoles un mejor futuro.
Aunque no es un fenómeno nuevo, sí se ha disparado en los dos últimos años. Solo en la semana más de 3 mil personas se adentran diariamente en el Tapón del Darién. Aunque la realidad es que, a pesar de que cada día llegan más migrantes dispuestos a atravesar la selva, aún no hay medidas para hacer más humana una travesía tan feroz.