El perro de rastreo se alejó de su guía al perseguir una pista adentrándose en la selva amazónica y pasó un tiempo con los niños antes de perderse definitivamente
“Nuestra premisa como comandos: Jamás se abandona a un compañero caído en el campo de combate“, estas han sido las palabras de las Fuerzas Armadas de Colombia para comunicar que la ‘Operación Esperanza’ no ha terminado aun y sigue ahora con la búsqueda de Wilson, el perro que se perdió en la selva mientras realizaba tareas de rastreo para localizar a los niños desaparecidos durante 40 días tras un accidente de avioneta, que fueron rescatados ayer.
Wilson es un pastor belga de seis años de edad, con uno y medio de experiencia en búsqueda y rescate de personas, así como detección de explosivos, tareas para las que ha sido entrenado. Su última misión ha sido la de acompañar algunos de los más de 100 agentes que han participado en el rescate de los cuatro hermanos perdidos en la selva, donde se perdió hace unos días al perseguir una pista y adelantarse al comando con el que trabajaba.
Sucedió el pasado 18 de mayo, después que le dieran la orden de adentrarse a la selva. Dos días más tarde, el grupo militar dio con él, entonces “el guía se le estaba acercando y el canino, en una reacción poco normal, emprendió la huida”, ha explicado en coronel Gustavo Narváez Orozco en una entrevista a la revista colombiana Semana.
No lo volvieron a ver hasta el 6 de junio. Presentaba algunos signos de desnutrición y los militares trataron de acercarse a él llamándolo con comida y pidiendo a otra perra que tratase de jugar con él, pero al detectar a los militares, el perro huyó de nuevo hasta ahora, que permanece en paradero desconocido. Una actitud que las fuerzas militares colombianas tratan de justificar con que “en la selva hay animales como caimanes, pantera, anacondas, fieras que pueden intimidar al perro, asustarlo y hacer que cambie su comportamiento“.
Hace días se encontraron huellas de los niños y el perro en la misma zona, por lo que se pensó en la hipótesis de que Wilson hubiese encontrado a los niños y se hubiese quedado custodiándoles hasta la llegada de los militares, un indicio sobre el que se ha preguntado a los menores, quienes han afirmado que sí les acompañó “un rato” pero que luego “el perrito se les perdió y no saben dónde quedó”, ha confirmado Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Las redes sociales muestran su apoyo
Los mensajes de apoyo a Wilson y su búsqueda se cuentan por miles en Colombia y el mundo, después que la noticia haya llegado a todas las latitudes del planeta. En redes sociales hay miles de fotos, dibujos y mensajes de cariño que ya califican al perro perdido de ‘héroe nacional’.
