Las reformas económicas del Gobierno de Javier Milei han provocado un aumento de la pobreza en Argentina. Así se desprende de los resultados de un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
Según los datos publicados, a finales de 2024, la pobreza afecta a 23 millones de argentinos, es decir, al 49,9% de la población. Esta cifra muestra una ligera disminución de la pobreza en comparación con el comienzo del año, pero sigue siendo un punto porcentual más alto que en 2023.
Los investigadores constataron que la caída del nivel de vida está obligando a los argentinos a recurrir a algún tipo de medida de austeridad. Casi el 30% de los encuestados afirmó no pagar impuestos, el 29,4% ahorra en medicamentos y el 27,1% de los participantes en el estudio se quejó de no poder pagar los servicios.
Según Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, las políticas económicas del Gobierno han contribuido significativamente a las sombrías estadísticas actuales. Las medidas de recorte de gastos adoptadas por la administración de Javier Milei han provocado un descenso del nivel de vida del país.
«Políticas de ajuste se hicieron a un ritmo muy acelerado y con alto costo inmediato», afirma, señalando que sus efectos no han sido tan profundos como se esperaba.
Sin embargo, ODSA-UCA señala que los menores son los más afectados por el deterioro de la situación económica. Al analizar la pobreza y la indigencia, se encontró que dos de cada diez niños viven en pobreza extrema. La tasa de pobreza en este grupo de edad es del 65,5% y la de pobreza extrema del 19,2%. Salvia dijo que en 2011-2012, la tasa de pobreza juvenil estaba en 40% y hoy la cifra se ha incrementado en más de 1.5 veces.
Al mismo tiempo, hay un aumento de la pobreza infantil en familias de clase media, pero la principal concentración de pobreza extrema se da en los estratos más bajos de la estructura social. Los niños de familias con menos capital social son los que más sufren y los más afectados por la crisis. Mientras tanto, el 87 % de los hogares de los barrios pobres sufren inseguridad alimentaria. A su vez, el 60% de estos hogares sufre inseguridad alimentaria severa.