La noche del domingo 2 de abril, Antoni Corcuera Calderón, de 22 años de edad, fue sorprendido por un grupo de sujetos armados dentro de su vivienda en Las Palmitas, municipio Valencia.
A las 11 p.m. la banda delictiva habría intentado forzar al joven a entregar pertenencias de valor y dinero en efectivo, pero Antoni no tenía lo suficiente para cumplir con las exigencias de los antisociales, motivo que los habría hecho enfurecer abrir fuego.
Familiares de la víctima presumen que los asesinos sabían que el muchacho había llegado recientemente del extranjero. “Creemos que lo tenían fichado porque llegó de Colombia hace tres semanas. Me lo mataron porque pensaron que tenía plata”, comentó la madre.
Desde que arribó a Venezuela, Corcuera se ganaba la vida como buhonero: tenía un puesto de verduras en Flor Amarillo.
La mamá y el hermano mayor del difunto pasaron todo el lunes en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Plaza de Toros, donde introdujeron la denuncia y ofrecieron declaraciones a los detectives que se mantienen en las averiguaciones del caso.
La mañana del martes 4 de abril, la autopsia reveló que el occiso falleció por hemorragia severa ocasionada por politraumatismo craneal: lo que señala que el joven recibió varios disparos en la cabeza.
Familiares recibieron el cuerpo y procedieron a las ceremonias velatorias por la tarde.